¿Osasuna o Calabaza?

Osasuna se convirtió ayer en la cenicienta de la jornada, al margen, claro está, de la nueva victoria del patito feo convertido a cisne de este año, el Levate. Ahora la clave es que los rojillos, como pasa en el cuento de Disney no se conviertan en calabaza.

Osasuna se enfrentaba el domingo a una dura prueba, como si fuera Sean Penn a puto de cruzar La delgada linea roja. A un lado la victoria, tres puntos que devolverían a Osasuna la confianza en ellos mismo y sus aficionados; al otro lado, la derrota, donde se agotaban las oportunidades para Mendilibar. Porque aunque entonara el "Mea culpa" tras como dijo él, no haber sabido escoger la palabra adecuada para explicar todo el agradecimiento que el Athlétic le debe a Osasuna. Los aficionados rojillos no olvidan porque sí. Aunque si ese sí viene acompañado de un lavado de cara y goleada al Real Zaragoza, equipo al que siempre se le tiene ganas, borrón y cuenta nueva y a otra cosa Mariposa.

Le imagen que se vio del equipo navarro en el Reyno de Navarra, o Sadar (si ya han dejado de ingresar la subvención) tampoco está ni mucho menos cerca de a lo que tiene que aspirar. Cierto que se vio un Osasuna con garra, intenso, que cubría espacios en defensa y se atrevía a combinar pases en ataque, pero también hay que confesar que el Zaragoza se apagó como si en el descanso ya hubieran visto el destrozo a su autobús.

¿Y quién quiere un planteamiento y juego brillante mientras se golee? Casi nadie, o nadie, y quién este libre de pecado que tire la primera piedra. Que aunque no sea el Barça, Osasuna marca hasta de saque de banda.

Ahora, sólo falta que todo esto no sea un espejismo y que el miércoles en el Coliseum, cuando salten el campo y pregunten ¿espejito, espejito quien es este equipo? la respuesta sea Osasuna y no calabaza.