Demasiadas cosas en contra y mucha mala suerte

Ayer se unieron demasiadas circunstancias, que sumadas a una muy mala suerte hicieron que España perdiera su partido inaugural del mundial.
Las cosas empezaron bien. El 11 que sacó Vicente parecía imbatible. Comenzamos tocando balón, teniendo la posición, hicimos futbol bonito e incluso se crearon ocasiones, pero eso no era suficiente. Tocar bien tiene que ser un medio para llegar al gol no el fin en sí mismo, y ese fue el problema, que no terminamos de rematar la jugada.
No jugamos mal: Piqué estuvo impresionante, tuvo la mejor ocasión del partido hasta el gol de Suiza, cogió el balón, giró sobre sí mismo, regateó y lanzó, pero el portero la paró. Iniesta despejó toda duda de si estaba tocado, siendo uno de los mejores, si no el mejor del partido. Navas revolucionó la delantera, Xabi Alonso tuvo un disparó que dejó temblando la portería Suiza… pero todo estaba en nuestra contra y por mucho que lo intentamos no culminábamos.
Suiza también hizo su trabajo haciendo lo que mejor sabe hacer; defender, tapar huecos y esperar el fallo. Suiza jugaba a empatar el partido pero se vio bendecida por una jugada tonta en la que casillas despeja el balón, con la mala suerte que le rebota a Fernandes, jugador suizo, le rebota a Piqué que está de espaldas, y salvo convertirse en portero y cogerla con la mano no podía hacer nada. El balón se queda muerto y el jugador suizo lo empuja. Gol tonto, desafortunado y en fuera de juego, que no es por quitar mérito a los suizos porque al fin y al cabo supieron pararnos.
El gol de Suiza cambió el partido, bajaron los ánimos y subió el nerviosismo. España atacaba una y otra vez sin encontrar nada de suerte en sus disparos y Suiza se cerró arriba al estilo Maurigno en el Inter contra el Barça.
Suiza aun tuvo alguna otra ocasión en la que el jabulaní se estrelló en el palo y hasta JJ.Santos perdió toda confianza en los nuestros y soltó perlas como: ¡quedan 20 minutos y palmamos!
Ahora hay que subir los ánimos y pensar que en el último mundial Italia perdió un partido y fue campeón del mundo o que la selección española de baloncesto empezó perdiendo en la última Eurocopa y al final se llevó el título. Hay que confiar, tener esperanza y no alimentar las criticas y los debates. ¿De qué sirve poner en portada las declaraciones del ex seleccionador Luis Aragonés o volver al debate de los porteros? De nada.
Se podría buscar culpables, sí, pudo ser Del Bosque por no hacer antes los cambios, que casillas no estaba concentrado, el dichoso balón jabulani, jugar con dos centrales de parecido perfil o el brujo que nos hizo vudú. Pero ahora hay que ser fuertes, unir el grupo y creer que podemos. Como dijo Piqué tras el partido: “Así acabarán las tonterías de que somos favoritos.” Y como dijo Del Bosque: “El mundial no ha acabado.”
Dejemos las típicas frases de: yo ya lo dije, nos lo merecíamos para bajar los humos, esto tenía que pasar y a otra cosa mariposa. El lunes toca Honduras y el viernes Chile. Fuera tonterías porque esto es futbol, hace 24 horas éramos dioses, invencibles, la leche y ¿ahora no podemos levantarnos? No nos volvamos locos, si este equipo ganó la Eurocopa y ayer era el mejor hoy también. Ayer se perdió una batalla pero no la guerra.