Faltó puntería y sobro ansiedad

Ayer faltó puntería y sobró ansiedad. Después del partido viendo la repetición de las imágenes conté 28 ocasiones de gol. 28. Si hubieran entrado sólo una quinta parte no habría debate, pero eso es lo que nos gusta, el debate.
Cuando me he levantado, he puesto la radio y he escuchado cosas como que no están sentado bien actuaciones de Del bosque en el vestuario, que a Xavi Hernández le pasa algo, que hay trincheras en el equipo, que unos quieren tiki taka y otros tiro directo, que Torres no está recuperado… vale ya.
Dejémonos de buscar el problema y disfrutemos de lo que tenemos. Si Villa mete el Penalti, el resultado hubiera sido 3-0 y estaríamos todos emocionados hablando de que casi es pichichi.
Busquets estuvo soberbio recuperando y ordenando, Villa marcó un gol digno de un crack, Ramos tenía ganas de gol y corrió por la banda hasta que se quedó sin aire. Si todo hubiera seguido como en la primera parte no tengo ninguna duda de que los goles hubieran entrado, pero empezaron a pasar los minutos, nos hicieron penaltis que no pitaron, Piqué se quedó a medio gas después del patadón en el labio, Torres jugaba su primer partido después de una lesión y lo que la falta es juego, minutos en el campo y tocar el balón. Y la máquina que engrasa al equipo, Xavi Hernández, se fue al banquillo.
Es cierto que no creo que Del Bosque acertara con los cambios, Torres por Mata, un 9 por un extremo zurdo, que cambiaba el dibujo de juego. Villa pasaba al centro y Mata a la izquierda, Xabi por Cesc, un medio de pase corto organizador por un medio ofensivo. Y el tercer cambio obligado Arbeloa por Ramos ya que este último estaba jugando infiltrado y no pudo más. En la teoría cambios lógicos, pero o no entendieron las instrucciones y no se reorganizaron. O lo que creo yo: nos sobró ansiedad y cansancio. Navas se desesperó y dejó de mirar a su alrededor, a Villa le entró el miedo y dejó de tirar, Mata tiró una vez, no le cogió el tranquillo y no volvió a repetir, Cesc no podía colgar balones porque delante sólo había bajitos y la defensa se deshinchó. Salimos eufóricos con una excitación y un ansia de golear de un 200% y tras probar y probar y probar, que no saliera, los deshinchó y los ahogó.
Puede que la segunda parte hayan sido los peores minutos de España desde hace mucho tiempo, pero también es cierto que en ninguno había tanto en juego. Todo el clima del partido se resume en el penalti que tiró Villa, algo muy fácil con demasiada presión y ansiedad se vuelve imposible.
¿Y qué podemos hacer ahora? Tirar para adelante pero con pasión y esperanza, porque señores, menos mal que están aislados y concentrados porque si no me daría vergüenza pensar que podrían escuchar todo lo que se está diciendo. Hay que ser de “La Roja” a las duras y a las maduras, seamos lógicos y fieles, confiemos y ya nos comeremos al pavo cuando esté muerto. Ahora seamos humildes seguidores y sigamos, está claro que se puede hacer mejor, y que las estadísticas no consuelan a nadie, pero España es el qué más ocasiones crea, el que más tira, el que más tiene la posesión y ¿qué le falta? Ser el que más goles meta.
Llegará, señores, llegará porque ya hemos tenido toda la mala suerte que teníamos que tener y ahora sólo queda aprender y como dicen en el vestuario antes de salir al campo: ganar, ganar y ganar.